Para este encuentro deseo hablarte sobre programación neurolingüística (PNL), una disciplina que me acompaña en mis sesiones con clientes y equipos de trabajo. Y quisiera compartirla con vos porque a mi entender esta herramienta es muy valiosa. Combinada con el coaching me fue posible presenciar cuán beneficiosa resulta en cada proceso de (re)conocimiento y (re) programación de las personas que acompaño.
Uno de los principios más conocidos de la PNL que me quedó resonando siempre luego de realizar mi Master en Programación, formación avalada por IANLP (International Association For Neuro-Linguistic Programming) es:
“El mapa no es el territorio”
Esta es una de las presuposiciones básicas de la PNL. Significa que todos hacemos una representación del mundo que nos rodea (un mapa) y éste no coincide exactamente con la realidad (el territorio).
Mi pregunta es ¿te animás a transformar tu mapa?
PNL: qué es
La Programación Neurolingüística (PNL) es un conjunto de modelos, técnicas de acción y habilidades cognitivas que se encarga del estudio de la conducta humana, centrada en entender el porqué de los procesos mentales y emocionales. Explora patrones de comportamiento.
Nuestra realidad es tan rica que para darle sentido tendemos a simplificarla usando de forma inconsciente diferentes filtros (nuestros sentidos, lenguaje, creencias). Esto nos ayuda a organizar nuestras experiencias del mundo, pero también puede limitarnos.
Y son esas limitaciones las que podemos trabajar desde la PNL.
Gracias a poner en práctica técnicas de la PNL podemos transformar si lo deseamos, esos patrones y así mejorar nuestra capacidad de comunicación.
Porque través de la Programación Neurolingüística tomamos consciencia del lenguaje verbal y no verbal.
Lo podríamos interpretar así
Programación: nuestro cerebro dispone de programas mentales creados en función de nuestras experiencias y circunstancias personales, dándonos una subjetiva percepción del mundo que nos rodea.
Neuro: la información captada por nuestros sentidos se “guarda” en estructuras neurológicas, procesándola de forma particular de acuerdo a las vivencias de cada persona.
Lingüística: al ser el lenguaje la expresión externa de cómo percibimos internamente el mundo, podemos valernos de él para comprender procesos mentales y de comportamientos.
Un poquito de historia
La Programación Neurolingüística tiene sus orígenes en la década del ’70 en la Universidad de California, en Santa Cruz, EEUU. Por esa época John Grinder (lingüista) y Richard Bandler (matemático, terapeuta gestáltico y experto en informática) estudiaron patrones de comportamiento comunicacional con el objetivo de desarrollar modelos y técnicas que pudieran explicar lo que llamaron estrategias de excelencia de la comunicación humana. Al estudiar “casos de éxito” buscaban poder ayudar a otros a conseguir los mismos resultados positivos.
Su investigación sostiene que existe una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y las conductas aprendidas, pero que esta “programación” se puede modificar en pos de lograr objetivos específicos en la vida.
Por eso la Programación Neurolingüística suele definirse como la disciplina de la excelencia humana, al tener como fin que cualquier persona pueda mejorar sus resultados personales y profesionales.
Para qué sirve la programación neurolingüística
La PNL es una potente herramienta para la comunicación y un modelo muy efectivo para lograr cambios en las personas.
Permite conocer los mecanismos internos de cómo funciona la mente. Por eso al lograr detectar patrones de conducta es posible provocar cambios positivos, mejorando nuestra calidad de vida.
Y es que, si conoces tus estructuras mentales podés moldearlas, analizarlas y gestionarlas para elegir la que más te convenga en cada ocasión en vez de usar la que más cómoda te queda o la que está más “a mano”.
¡Te cuento que sus posibilidades son infinitas! Porque la mente alcanza todo lo que estemos dispuestos a imaginar.
Por eso con la PNL se pueden trabajar diferentes áreas de tu vida ya sea gestión de emociones, objetivos personales, creencias limitantes, valores personales, por ejemplo. O a nivel laboral para tratar la inteligencia emocional, motivación en equipos, liderazgo, ventas y negociación. Lo que sea que quieras lograr.
Programación Neurolingüística y coaching
La programación neurolingüística es una excelente herramienta que podemos usar para el autoconocimiento o crecimiento personal. En procesos de Coaching puede ayudarnos a identificar QUÉ Y CÓMO hacer de acuerdo a lo que buscamos mejorar.
Ambas disciplinas, combinadas, facilitan el desarrollo de habilidades para cambiar hábitos, conductas limitadoras o para eliminar esos frenos más inconscientes que intervienen en la gestión emocional. Lo que hace que los procesos de coaching se aceleren.
Mientras que el Coaching Ontológico puede definirse como el entrenamiento para las personas, organizaciones o equipos de trabajo con el fin de superar obstáculos internos y externos y así alcanzar sus objetivos, la Programación Neurolingüística (PNL) permite explorar la información subyacente en los procesos de comunicación humana. Esto hace que combinados se complementen a la perfección.
La PNL siempre está presente en todas mis sesiones, porque me parece una herramienta fantástica para potenciar nuestras habilidades. Las herramientas y técnicas comunes a la PNL, capaces de dar apoyo a un Coaching eficaz, incluyen el establecimiento de resultados deseados y de objetivos bien definidos, la gestión de estados internos, el cambio entre posiciones perceptivas, la identificación de momentos de excelencia, el reconocimiento de recursos, el aporte de realimentación, etc.
Te dejo algunos ejemplos que podés aplicar en tu día a día
Para la programación neurolingüística existen patrones sintácticos básicos con los que identificar expresiones en el uso de nuestro lenguaje verbal y no verbal sobre cómo percibimos nuestra realidad.
Solo voy a hacer referencia de tres de ellos para que te ayude y te sientas identificado/a sí algo de esto pasa por tu estructura mental:
Omisión: cuando seleccionamos y solo prestamos atención a parte de la información, omitiendo lo que no creemos relevante.
Distorsión: comprendemos en función de nuestro propio mapa mental de experiencias, errando a veces al interpretar en función a lo que creemos real.
Generalización: cuando sacamos conclusiones con base en experiencias anteriores para entender la realidad.
Si lográs identificar en vos alguno de estos patrones podés probar cambiarlos al “programarte” mentalmente de forma positiva. Ya sea para determinar una meta; definir qué es lo que querés, cómo lo quieres y por qué; agradecer por cada paso grande o pequeño que das para crear refuerzos positivos, etc.
Te cuento que en mis acompañamientos de coaching me gusta dejar a mis clientes propuestas o tareas, así que hoy te invito a que pongas en práctica todo esto que te compartí sobre el PNL y como primer paso te invito a que escribas una meta clara, concreta. Eso que querés lograr.
Te aseguro que todos tenemos potencialmente los recursos internos necesarios para lograr cambios y alcanzar nuestros objetivos. Lo veo a diario en los procesos de coaching que acompaño.
Y sin dudas la PNL es una herramienta valiosa para ser conscientes del poder de la mente. Mi consejo es que cada vez que quieras lograr algo, conectes con ella indicando de forma clara que es lo que deseas.
¿Conocías de que se trata esta disciplina?
Espero que hayas disfrutado de esta lectura y cualquier duda o consulta, acá estoy. Escribime.
¡Hasta el próximo encuentro!
Moni
