Categorías
Uncategorized

¿Por qué emprender?

Mi pregunta sería ¿Para qué emprender?

Cuando pensamos en crear un negocio propio muchas veces nuestro entorno puede advertirnos sobre todo lo que podría salir mal: no es fácil ser tu propio jefe, la inversión al comienzo puede ser carísima, no vas a tener más vida social ni horarios fijos, es demasiado riesgoso y puede salir muy mal.

¿Por qué, a pesar de ese panorama, hay personas que siguen eligiendo emprender?

Si querés saber cuál es para mí la motivación de quienes emprenden y la clave para hacerlo, te invito a seguir leyendo.

Qué es emprender

Una definición posible podría ser la idea de que emprender tiene que ver con la iniciativa de concretar una idea de negocio, crear una empresa y producir bienes o prestar servicios. Pero más allá de los tecnicismos, emprender abarca muchísimo más que una actividad económica.

En realidad, definiciones hay muchas. Internet está lleno de tutoriales, blogs, casos de éxito, testimonios, referentes.

Pero creo (por experiencia propia incluso) que mucho más valiosa que toda esa información y moldes sobre qué es y cómo emprender lo mejor sería que te preguntes qué significa para vos ser emprendedor y por qué tomaste esa decisión.  

Para qué emprender

Existen muchas razones para ser emprendedor. Tal vez soñás con tener más libertad para poder disfrutar tanto de tu trabajo como de tu familia, o tus hobbies, o de viajar. O ser tu propio jefe y poder tomar todas las decisiones sin depender de terceros. 

Otros muchas veces piensan en emprender por una cuestión económica, porque se quedaron sin trabajo, por ejemplo, o lo que ganan en su actual empleo no les permite tener la calidad de vida que buscan.

Muchos emprendedores simplemente lo hacen motivados por el deseo de sentirse realizados, de llevar a la práctica una actividad que les ayude a explotar todo su potencial.

Sea cual sea tu razón, vos ¿Por qué queres embarcarte en esta aventura a pesar de que todos te digan que es una locura?, hay algo que para mí es clave.

Podría enumerar un montón de razones. Internet ha estallado de largas listas sobre los beneficios de ser emprendedor (y también sobre sus desventajas).

Pero hoy quiero compartirte el que para mí es el punto de inflexión, ese que he visto en cada emprendedor y profesional que tuve y tengo el placer de acompañar en sus procesos de coaching. 

Me refiero al momento del chispazo, ese en el que ya sea la palabra de un amigo, conocido, colega, o una situación que te hace tomar tal o cual decisión, te das cuenta de que es por ahí, que eso que estás haciendo es lo que estabas buscando, lo que te hace sentir feliz. 

Emprender ¿desde dónde?

Si buscas testimonios de emprendedores seguro que hay varios puntos en sus historias que se repiten una y otra vez: flexibilidad horaria, realización personal, seguridad laboral, motivación y aprendizaje constante, generar empleos y dejar una huella significativa en el mundo.

En fin, sin dar más vueltas te voy a contar la que para mí es la clave para emprender.

Para mí eso que te motive y te impulse a ser emprendedor tienen mucho que ver con que puedas desarrollarte desde tu interior. Porque hacerlo va más allá, sin duda, de solo tener un ingreso extra o solventar tus gastos y/o los de tu familia. 

Es importante que, ante cada desafío, cada circunstancia que vaya surgiendo, tengas claro desde dónde haces lo que haces. “Tu para que en lo que ofrecés y cómo querés ser.”

Y para eso es primordial que te permitas realizar una mirada introspectiva, hacia tu interior. Ahí va a estar la respuesta e, incluso, la salida a cualquier problema que vaya presentándose en el camino.

Que los mandatos no te condicionen al emprender

Aunque es palpable que el paradigma está cambiando (¡por suerte!) y que ya un traje y corbata no es sinónimo de prestigio y profesionalidad, al menos en muchos ámbitos, los mandatos se resisten y siguen dominándonos. Son muchos los profesionales y emprendedores que me consultan porque se sienten trabados o no saben cómo desarrollarse, llegar a sentirse satisfechos en lo que hacen, pero tampoco entiende la razón de su inacción.

Y es que los mandatos te alejan de tu camino. Son como piedras que vamos cargándonos a los hombros que en realidad no nos pertenecen.

Sin ir más lejos, vestirte formal para demostrar compromiso y responsabilidad. ¿Quién dijo que esas prendas representan esas cualidades en las personas que las usan?

Cuando puedas identificar esos mandatos, que terminan convirtiéndose nada más y nada menos en creencias que te limitan, entonces sí lo que queda es buscar la forma de transformarlas y / o cambiarlas para que puedas identificar qué de todo eso está en sintonía con vos, con tu esencia, tu energía. Y qué no te pertenece y es mejor dejarlo por fuera.

Por dónde empezar

Hay en todo proceso lo que llamo un punto de anclaje, de inflexión. Ese chispazo en el que de repente decís “es esto, es por acá”.

Puede ser un momento donde lo haces consciente o gracias a una persona que te ayudó a descubrir eso que estabas buscando. El punto es poder identificar ese cambio de rumbo.

Y a partir de ahí poder trazar un objetivo hacia donde ir, teniendo como estrategia (en mi opinión) la autenticidad y empatía, que serán los pilares que te ayudarán a conectar con el cliente.

Puede ser que al comienzo busques referentes, modelos a seguir. Que admires a personas que llegaron a donde vos querés estar.

Lo importante es que puedas tomarlas como modelo. Aunque lo ideal es que no intentes copiar al pie de la letra lo que a ellos les dio resultado, busca tu propia personalidad, en pnl, hablamos de “MODELAJE”, que se intenta gestionar a partir de un determinado análisis y exploración de aquello que quiero lograr y lo tiene en una determinada persona que logró ese resultado que busco.

El desafío va a estar en que descubras qué es lo que te conecta e identifica con esa persona y puedas modelar a tu medida su estrategia para lograr (si no tal cual) casi los mismos resultados. Pero con tu impronta, respetando tu identidad y la de tu emprendimiento.

Sí usas esos referentes como “atajo”, replicando el modelo lo más probable es que no encajen al 100% con tus valores o forma de ser, que resulte forzado.

“Lo que dice fulano” o lo que hizo puede servirte como inspiración, pero quizás no va con tu empresa/emprendimiento. Incluso puede transformarse en un condicionante, como las creencias limitantes y escuchas de tu entorno de las que te hablé más arriba.

Por eso para emprender primero es importante que puedas definir cuál es tu móvil, tu misión. Qué es lo que vas a ofrecer a los demás y a dónde querés ir.  

Que puedas capitalizar conocimientos teniendo ya esos objetivos claros. Además, tener la capacidad de adecuar procesos ajenos a tu realidad y personalidad para poder mantener una propuesta genuina y coherente. Y la claridad para pedir ayuda en los momentos en los que no sepas cómo sortear obstáculos, ya sea recurriendo a un consultor, comenzando un proceso de coaching o permitiéndote delegar tareas.

Para que sea cual sea la actividad que realices te llene y de satisfacción al realizarla de forma plena.

¿Qué te frena para dar ese salto de fe y animarte a emprender?

Me encantaría que me lo cuentes en los comentarios.

Moni

Abrir chat
¿Tenés una consulta? ¡Contactame!