Millennials y centennials como agentes de cambio a los que deberías prestar atención como líder. 

Muchos estudios rápidamente encasillan a millenials y centennials, al contraponerlos a las generaciones anteriores, llamadas Baby boomers, como faltos de compromiso, apáticos e irresponsables, cuando en realidad se trata de personas con nuevas inquietudes, con una nueva forma de pensar al mundo laboral que se viene.

Sala de reuniones: generación X, millennials y centennials

Imaginá ahora que tenés que llevar adelante un proyecto. Por suerte contás con personas calificadas para lograrlo, pero la variedad hace que a medida que vas planteando tu idea cada uno propone, desde su punto de vista, una opción para hacer las cosas que (lógicamente para esa persona) es la mejor solución.

¿Cómo llegar a un acuerdo si en tu equipo no tenés en cuenta no solo los puntos de vista de cada uno sino también cuál es la razón que los motiva o no a trabajar en tu proyecto?

Hoy en las empresas y diferentes lugares de trabajo coexisten en general tres generaciones y una escena como la que te planteé más arriba puede darse de forma cotidiana. Sobre todo, teniendo en cuenta que las dos últimas generaciones valoran más la inteligencia emocional sobre la capacidad intelectual, a la que consideran necesaria pero accesoria, ya que priorizan su bienestar emocional por encima de su intelecto, considerando la buena comunicación, el autoconocimiento, la empatía y las relaciones interpersonales.

Por eso es importante entender desde dónde está parada cada persona para poder comprenderlos y liderar teniendo en cuenta sus potenciales.

Baby Boom o Generación X

Quienes forman parte de esta generación son aquellas personas nacidas entre 1960 hasta 1980, que su pensamiento y emociones los lleva a considerar beneficioso para ellos un futuro a largo plazo, respetan las estructuras y jerarquías, manteniendo sus trabajos por años, incluso décadas, por que es a lo que justamente aspiraban en sus inicios y hoy en día siguen valorando esos patrones laborales para su desarrollo profesional o jerárquico en su lugar de trabajo. Es importante para ellos, un trabajo estable y una jubilación que pueda garantizar un retiro tranquilo.

 El cambio que provocaron con respecto a la anterior generación, llamada Generación Silenciosa, contemporáneos a la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, contexto que los hizo más precavidos, ahorrativos, sus acciones en general estaban ancladas a no arriesgar e ir a lo seguro siguiendo las reglas y cuidar tener una profesión de por vida, la “generación X” entonces incorpora la proyección profesional como beneficio, valoran les importa el cargo que ocupan y tener un plan de carrera dentro de la compañía en la que trabajan. Por eso un gran motivador para ellos es la mejora salarial y ascensos.

La estabilidad laboral es un valor primordial para ellos, que está sostenido por dos pilares: la familia y el trabajo.

Millennials o generación Y

Para la mayoría de estudiosos, nacieron entre 1981 y 1993, con padres que les transmitieron creencias tradicionales, pero testigos de la consolidación de las nuevas tecnologías. Por eso se los considera una especie de bisagra entre lo analógico y la revolución digital, ya que fueron creciendo y adaptándose a estos cambios a medida que se fueron produciendo.

Cuentan con una buena preparación. Ven en el trabajo no un fín sino una oportunidad de aprendizaje, crecimiento personal y apertura hacia nuevos caminos. Esto genera en ellos una tendencia a la movilidad para autorrealizarse. Buscan su felicidad, los desafíos y horarios flexibles para dedicarse a sus hobbies o para emprender. No les gusta quedarse ni sentirse estancados. Por todo esto su forma de pensar exige en sus ámbitos de trabajo flexibles y con cierta autonomía.

Centennials o generación Z

El último grupo, nacido entre 1993 y 2010, es considerado por varios estudios como un agente importante de cambio en las formas de consumir, relacionarse, trabajar y estudiar en un futuro no muy lejano.

Los nativos digitales no esperan ser empleados. Muchas veces ellos mismos quieren lograr tener sus emprendimientos o empresas; no se plantean trabajar para un solo lugar y es normal para ellos cambiar de trabajo periódicamente. Incluso lo consideran un rasgo positivo, porque les da mayor posibilidad de aprender cosas nuevas y capacidad de adaptación.

La hiperinformación constante hace que estén acostumbrados a la inmediatez y sean más competentes a la hora de resolver situaciones, porque buscarán solos y por su cuenta las respuestas. Son autodidactas y multidispositivo: pueden comenzar una tarea en el celular, continuarla en la notebook y analizarla desde la Tablet sin el mínimo estrés.

Más pragmáticos y resilientes que los millennials, la democratización de la información y la inmediatez en las relaciones ha generado en ellos un compromiso mucho más firme con los problemas sociales, medioambientales, políticos y económicos, valores que buscarán en sus ámbitos laborales.

Liderar para lograr la inserción laboral

Como líder el desafío será poder integrar estas dos nuevas generaciones, pero dándoles la oportunidad de que se desarrollen, que participen, generar un feedback en el cual se sientan escuchados y que forman parte del proyecto o empresa. Aprender a ver el talento de cada uno y saber gestionar las diferencias de millennials y centennials, junto a la generación X, será clave.

Con las dos últimas, sobre todo, para que permanezcan durante más tiempo trabajando en tu equipo, no olvides que su compromiso está ligado a sus motivaciones y la creación. Es imprescindible que aprendas a capitalizar estas cualidades en ellos. Una de las características que comparten  millennials y centennials es el inconformismo, salirse de sus zonas de confort. Si se aburren, renunciarán en un abrir y cerrar de ojos sin pensárselo dos veces.

Seguro contás con millennials y centennials entre las personas con las que trabajas a diario. Como te conté, de generación a generación se producen cambios significativos que es bueno tener en cuenta, sobre todo si estás a cargo de ese equipo de trabajo. Ser conscientes de los cambios de paradigma y aprender a sobrellevar estos cambios tendrá un impacto positivo si logras empatizar con ellos. Y para empatizar lo primordial es comprenderlos, saber que los motiva, por qué hacen lo que hacen.

Proponerte como líder a gestionar estos equipos de trabajo sin dudas será un desafío que también pondrá a prueba tu propia inteligencia emocional y a pensar desde diferentes enfoques que abarquen a todos y cada uno de los miembros de tu equipo, respetando sus motivaciones, talentos y singularidades.

¿Aceptas el reto?

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